El personal del hotel siempre fue muy accesible y amable, especialmente Stephanie, quien nos brindó excelentes recomendaciones y nos ayudó con los horarios de los trenes. La ubicación es fantástica, cerca de restaurantes, tiendas y cafés. Las camas son muy cómodas y las toallas de excelente calidad.

Me sentí como si estuviera con mi familia, no me puedo quejar.

El hotel estaba al lado de una estación de metro. Las camas eran super cómodas aquí, y las habitaciones eran muy espaciosas. Había un baño grande con una ducha, un secador de pelo y artículos de tocador para huéspedes.

La habitación era fabulosa, con un baño y cuatro ventanas y también un precioso balcón. Los trabajadores eran muy buenos y amables.

Sus habitaciones son de buen tamaño con un baño y también una vista espectacular.

El lugar este era simplemente perfecto. Estaba en una buena vecindad, en el centro de la ciudad, en una zona muy animada. Tenía todo lo que necesitaba a poca distancia: restaurantes, calles, supermercados. ¡todo estaba cerquísima! Además, el personal fue amable y agradable, siempre dispuesto a ayudar. Desde el que servía el desayuno hasta el encargado de la limpieza, todos me trataron con cordialidad y amabilidad. Además, las habitaciones eran muy cómodas y agradables. Tenía todas las comodidades que necesitaba, como plancha, calefacción, aire acondicionado, hervidor eléctrico y minibar. Las habitaciones estaban insonorizadas, lo que me permitió disfrutar de un descanso tranquilo. Además, las amenities gratuitas fueron un buen toque adicional.

Recomendaría este lugar al mundo entero.

Las habitaciones con el cuarto de baño, un magnífico balcón y una bonita vista. Diseño encantador. Tiene una ubicación impresionante y estupenda para disfrutar de los bares y los restaurantes, están cerca del hotel.

Pues me ha parecido un hotel perfecto y fantástico, con una decoración estilosa. Una habitación de buen tamaño con con balcones, un baño y el cuarto de baño. Ubicación en las proximidades del centro, de las zonas aledañas, de los restaurantes de los alrededores. Podríamos llegar fácilmente al Museo Grévin. Una estancia perfecta, como siempre.

Me hospedé en el Hotel Panache durante mi tránsito en París y quedé muy satisfecho. Su ubicación fue ideal, ya que está a solo 20 km de distancia del aeropuerto de Orly, lo cual facilitó mi conexión hacia mi próximo destino. Además, la base de datos proporcionó una excelente descripción de las condiciones de la habitación en la que me alojé, lo cual contribuyó a que me sintiera cómodo y bien atendido durante mi corta estadía.

Hubo un pequeño inconveniente durante mi segunda estancia en el hotel. A diferencia de la primera vez, en la que me alojé en una habitación del frente con balcón, esta vez me asignaron una habitación en el contrafrente con una ventana a un patio interno.

Habitación impecable con vistas magníficas y una decoración maravillosa. Ubicación impresionante y estupenda, cerca de los bares y los restaurantes.

El cuarto de baño era diminuto.

Mi estancia en París fue como un sueño en Hotel Panache. El diseño imaginativo y dinámico del hotel me hizo sentir cómodo desde el momento en que entré. Me encantaron los detalles inteligentes, como las mesas de noche de mármol gris y los toques antiguos y alegres, como los teléfonos vintage y los interruptores de luz Bauhaus. La habitación espaciosa y cómoda fue un oasis de tranquilidad en el animado barrio de Grands Boulevards. Además, el personal amable y entusiasta se aseguró de que me sintiera bienvenido en todo momento.

Presión baja en la ducha.

Ubicación maravillosa, personal amable y agradable, cama cómoda, servicio excelente, Stephanie es excepcional.

Es difícil recordar algo.

La ubicación es maravillosa, cercana a restaurantes y supermercados. ¡Las camas son súper cómodas y el servicio es amable y agradable! ¡El personal es increíblemente accesible, especialmente Stephanie, quien rozaba la excelencia al brindarnos información y ayudarnos con todos nuestros planes de viaje!

La ubicación del hotel es perfecta, ya que se encuentra cerca de todo y en el centro de la ciudad. Es fácil acceder a la mayoría de los lugares de interés y hay una amplia oferta de restaurantes, tiendas y servicios en el área. Las habitaciones están bellamente decoradas con un estilo vintage, y la cama es muy cómoda. El personal es amable y atento, ofreciendo un servicio excelente. Además, el desayuno es delicioso, con una variedad de opciones para elegir.

El único aspecto negativo es que algunas habitaciones pueden tener vistas a patios interiores poco atractivos, lo que puede oscurecer el ambiente y no ofrecer una vista agradable desde la habitación.

En términos positivos, la ubicación del hotel es maravillosa, con restaurantes, calles y supermercados cercanos. La cama es muy cómoda y el personal es amable y servicial. Destaco especialmente a Stephanie, que se esforzó por brindarnos información útil y contribuir a nuestra experiencia. En resumen, una estancia excelente.

Honestamente puedo decir que no había nada que no me gustara.

¡Fue la bomba en serio! Nos hospedamos en este hotel en el barrio de Ópera, entre Montmartre y la ópera, en el corazón de un distrito muy movido. ¡Ni te cuento! La zona es súper guay, con calles estrechitas llenas de vida y lugares para pasarlo genial. ¡No paramos de disfrutar!

Solo una cosita que les pediría para que sea la locura total para gente joven como nosotros: ¡faltaría un poco de ambiente de fiesta en el hotel! Sería la guinda del pastel para tener una experiencia estelar.